
Lejos ha quedado la época en la que correteabas con los amigos jugando al futbol o entreteniéndote en actividades al aire libre que han quedado impregnados en la memoria de tus conocidos.
Imágenes que al evocarlas producen nostalgia.
Añoranzas y demás sentimientos que produce el recordar momentos que nunca se repetirán.
Hoy... La realidad es que te encontrás privado de todo lo que en algún momento te pertenecía y que por circunstancias diversas te fueron quitadas. Comprensible resulta que en algún momento la amargura te invada y que deseés olvidar que te encontrás en prisión, posiblemente hasta el fin de tu existencia en este perdido mundo.
Desesperanza imperante, deseo vehemente de ver el exterior de ese infernal lugar; evadir la realidad es una de tus pocas opciones. El problema de no materializar lo anterior es por motivos de poder adquisitivo, de ahí que procurarte placeres y la obtención de los mismos es directamente proporcional a la cantidad de dinero que poseás. El alivio viene al considerar que no todo está perdido.
Tomar en consideración que te han condenado a permanecer poco más de 50 años en prisión per se es devastador, condenado a pasar tus años de juventud encerrado, privado de las cosas que la gente común y corriente disfruta fuera de ese lugar de pesadilla.
Ciertamente el sujeto asesinado por el cual te condenaron era un corrupto cuya aniquilación fue benéfica, hasta cierto grado, para la sociedad. Personas de su calaña deberían correr con la misma suerte, y, si que los hay, habemos... Como sea... Me pesa verte encerrado y pensar que si algún día volvés a pisar el exterior de la prisión, estarás decrépito, un anciano cuyos mejores años los pasó privado de su LIBERTAD.
¿Libertad?... ¿Quién realmente es libre?... Así como te encontrás prisionero, los hay quienes se sienten prisioneros, y no voy a entrar en temas de adicción o cuestiones religiosas. El hecho es que, tanto vos como yo, tenemos algo en común... ESPERAMOS SER LIBERADOS!!!!.
Si, Ambos esperamos, ansiamos ser libres; vos, por un lado anhelás estar fuera de ese maldito lugar, yo, por otro lado, soy un alma prisionera en un cuerpo cutre, enfermizo que no tardará en colapsar y, cuando eso suceda, mi alma no estará más encerrada en este cuerpo polvoriento que tantas cosas exige y por el cual me desvivo, con tal de cumplir sus caprichos.
En todo caso, tanto vos, como yo, somos hermanos de causa. Una cosa me he propuesto, apartar algunas horas de la semana para acompañarte en tu pesar, y por qué no, disfrutar lo que se pueda... En todo caso, la última reunión estuvo SENSACIONAL... Benditas sustancias que lo alivian a uno!
Todo apunta a que envejeceremos juntos, es decir, en la misma ciudad, aunque en diferentes circunstancias y, no descarto la idea de que en algún momento sea un huésped más de ese lugar al cual pertenecés. NO lo deseo, me perturba, me angustia considerar la posibilidad; no obstante lo anterior, mis acciones en algún momento son un atentado contra las buenas costumbres y lo moralmente aceptable.
Contar los días, no vale la pena; disfrutar el presente, lo veo complicado.
Considerar la liberación futura, sobremanera alentador. En todo caso, la permanencia en este mundo caótico y enfermo, por fortuna nuestra NO es eterna.
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