A diferencia de la mini bloguera disponible, y que en innumerables ocasiones me ha limitado al momento de iniciar la catarsis, aquí escribo y escribo.
Lo anterior es tangencial.
Lo que deseo de ahora en adelante es dedicar unos minutos para analizar lo realizado por este servidor en el transcurso del día.
Aparte de hacerme un desmadre con mis sistemas operativos y de posponer una vez más mis clases de lengua extranjera, me he alejado de los medios de comunicación que no hacen sino deprimirme con tanta noticia que me indigesta, más ahora teniendo a un militar lacayo de la oligarquía al mando de este país que no es más que una finca en la cual unos pocos deciden y toman el control de los recursos, en detrimento de los intereses del conglomerado.
Soslayando lo que mi veterana madre me dice con frecuencia, (callar ante tanto desmadre producido por los políticos en cumplimiento de los más aberrantes caprichos de la oligarquía tradicional y emergente, más ahora con un gobernante militar) procedo a expresarme, con una única limitante, a saber; evitar el uso de palabras obscenas, soy evangélico, por ende, no me está permitido el uso de palabras zahirientes, mucho menos vulgar o que haga mención de genitales, que, por cierto, goza de popularidad en un medio como este.
Evito el uso de palabras vulgares por convicción.
He de encauzar mi existencia por el camino de lo moralmente aceptable, con algunos desvíos; en todo caso soy un inadaptado social, con tendencias revolucionarias (en el interior), reaccionario a veces, desafiante pero no anarquista, incendiario, peor todavía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario